Cuando volvimos a casa se quedó frita, pasé dos o tres veces pero en dos horas no cambiaba de posición
DIARIO DE ZOLPIDEM: LA CASA EN DONDE SE SALVÓ MAMI
24 de diciembre, 11.30 pm_Mamá siempre nos decía: ¡Él divide! ¡Él divide! Pero yo no quería creerle. Cada vez que me habló mal de papá yo pensaba que su dolor hablaba por ella al ver que papá ya no estaba aquí. Anoche mamá hizo el efuerzo y no tomó zolpidem. Se durmió a las 4 de la mañana. Son las 11 y recién se despierta, fresca como una lechuga. Sin zolpidem se levanta lista para hacer cosas. Antes de salir de la cama me dice “¿Para hoy qué hay que comprar?”, y continúa la conversación como si siempre hubiera estado bien. Creo que su adicción al zolpidem se debía a que nadie creyó finalmente en ella. El análisis de los maltratos se frenaba en el intelecto de los demás debido a la caridad engañosa de los cientos y cientos de retóricas victimistas que papá nos sembró en el inconsciente a fuerza de repetirlas tanto. Mamá vivía como envuelta en una especie de síndrome de Casandra, y para continuar adelante aliviaba su sentimiento de frustración con la inmediata sensación de ebriedad que le suministraban las diabólicas pastillas de zolpidem. Cuando yo acepté su versión, las pastillas de zolpidem ya no las necesitó más.
Sábado 28 de diciembre, 21.30hs_Hace 2 días que mamá se acuesta a las 5 de la mañana y se levanta a las 7 de la tarde, una vez que ha oscurecido. Ni corta ni perezosa se va a tomar un café, la cafeína a esa hora no colabora mucho para que se duerma temprano, ayer se tomó dos zolpidemnes y encima los mezcla con un poquito de anís. Varias veces durante el día intenté despertarla, pero me pega un grito diciendomé que la deje dormir más tiempo. Es un círculo vicioso: cada vez que se manda una pastillita de zolpidem la embriaga una estado de éxtasis, se pone activa pero lo único que sinsentidos. Relee la demanda que le mandó papá, como también está paranoica la esconde cuando termina. Por la mañana siguiente, sin percatarse de que no se acuerda de nada en lo que le duró el efecto del zolpidem, agarra y me dice: ¡¿Pero dónde me pusiste la demanda?!
Lunes 30 de diciembre, 20hs_Esta mañana finalmente conseguí el expediente de Argentina, cuando papá me retuvo el dinero de mi accidente. Quizá con eso demuestre que papá no es un santo. Aunque él siempre quiera mostrarse así. ¡Ay, es tan bueno!, siempre dice el que no lo conoce bien. En su fariseísmo psicológico anda planificando cómo quedaría de perlas ante cualquier situación.
Mamá sigue igual, ya van dos días que se aguanta el mono del zolpidem. No sé cómo lo llevará por dentro, seguramente que tiene ganas, pero se las aguanta muy bien. Hoy fuimos al abogado... y ella estaba resplandeciente. Cuando volvimos a casa se quedó frita, pasé dos o tres veces pero en dos horas no cambiaba de posición.
Esta lapicera está mucho mejor que las Pilot, tal vez haya descubierto algo nuevo, algo que mejorará los diarios rituales de la escritura. Para no descuidarla tengo a mamá al lado mío, relee y relee y tacha lo puesto antes. Hasta recién anduvo medio mareada, pero parece que ya arrancó y está haciéndolo con todo. Pobrecita, criaturita de Dios, diría Fontanarrosa si aún estuviera aquí, porque a pesar de sus mareos lo está haciendo muy muy requetebien. Siempre escribe sobre la tía pero con mucho dolor. La perdió cuando aún era pronto. Es cierto que cuando escribe tiene su porción de resentimiento a papá. A veces se queda medio trabada, como pensando qué va a escribir. Pero al cabo de un minuto ya está deshilbanando la idea sobre el papel. Da vuelta la hoja para leer qué escribió y al rato sigue adelante.
Esta mañana en el centro médico me crucé con el guardia que llamó a la policía cuando fue lo de Emiliano, pero me fui enseguidita para no tener un problema más. Después me encontré con los polis en Puerta Zamora quienes me dijeron que estaba todo bien. Así que no me hice mucho problema.
2019 (casi 20)
80 y ún Opiniones sobre el zolpidem
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