Como un falopero de Buenos Aires quedó manija hace un mes

DIARIO DE ZOLPIDEM: LA CASA EN DONDE SE SALVÓ MAMI



Sábado 18, 20hs_Mamá continua escribiendo su diario. Dice que va una semana sin zolpidem, pero a mí se me hace que va algo más. La veo soñar cuando mira la tele, o cuando me lee cosas en la compu o las de su diario íntimo. Y todo es mejor así. La tiene requetemuy preocupada la demanda que le mandó papá. Claro, son muchísimas cosas juntas.

Por otra parte, las chicas de arriba se han calmado un poquito. Igual me despierta el chirrido de la cama por las noches, cuando la niña da vueltas. O por ejemplo hoy, a las 9 de la mañana el taconeo de sus botas me despierta golpeando el techo como un martillo.

En la biblioteca Torrente Ballester todo va mal. Hace unos días me peleé con César, la bolilla que faltaba. Me pidieron que abandonara el establecimiento y todavía no he vuelto a ir. Ortotén, como el bosque encantado ruso en donde se extraviaron los alpinistas. Siempre imagino qué pasaría si vuelvo allí. ¿Viviré la vergüenza de que no me dejen entrar? ¿Qué pensará Mireia de todo esto? Por otro lado nos quedamos sin un peso. Mamá fue a ver si papá le da algo para pasar el día. Tendremos por mes unos 400 euros en total. No sé qué vamos a hacer. La buena noticia es que a mamá ya no le duele el ojo. Ni tiene esos dañinos arrebatos de ira que le brotaban cuando tomaba benzodiacepinas. Claro que aún no canto victoria. Aún se resiste a aceptar que ha de dejarlo definitivamente.

Martes 21, 1.10pm_Diario de zolpidem_No sé si hace 20 días que mamá dejó de tomar zolpidem. Es la segunda vez que más tiempo dura. Ayer dice que se durmió tarde, como a las 5am. Es posible, porque hoy a las 11 ya estaba arriba. Tiene miedo de salir cuando no es muy necesario porque hace mucho frío, dice. Algunas veces se queja de que le cuesta dormir. Que no durmió nada dice, pero en realidad ha dormido 6 horas. Suena como si ya estuviera sugiriendo de ir a buscar recetas. De todas formas algún día tendrá que ir para buscar Diován. Pero mi temor es que aprovechando la visita el puto de Emiliano le recete los zolpidemnes y ella se los acepte. Se nota la dependencia psíquica, como un falopero de Buenos Aires quedó manija hace un mes.

Entre otras cosas más benévolas, Pifarré sigue creciendo aquí. Su última constante de fibonacci se le secó por la helada. Los otros 2 limoneros que me quedaron ya van a cumplir un año a finales del próximo mes. Coincidieron los nacimientos con el cumpleaños de Lola, el 29 de abril. Ya pasaron 10 años y todavía recuerdo nuestras conversaciones y sus gemidos de loca.

Lo más importante es que mamá continúa genial. Disfruto con su cordura recuperada, sus comentarios oportunos... sus peticiones razonables.



Dnld 2020

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