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Mostrando entradas de diciembre, 2021

Recupera el brillo que había perdido en sus ojos color del tiempo

DIARIO DE ZOLPIDEM: LA CASA EN DONDE SE SALVÓ MAMI Domingo 20hs_Ni bien la ingiere, me dice “¡Tengo una borrachera!”, todo para que los demás noten que se ha tomado su pastillita. Sin embargo luego lo niega. ¡Pero noooo! ¡Si no tengo zolpidem! Cuando camina va dando tumbos, se apoya en las paredes de la casa como para no caerse y el humor le empeora. ¡Pobre mamá! Aunque toma mucho menos zolpidem, la demanda de papá la ha deprimido mucho. Ayer me ha leído un informe de la Agencia Española del Medicamento, no sé si estaba con media pastilla pero a la hora de leer estuvo muy lúcida igual. Martes 14 de enero de 2020, 7am_Se ve que Andrea no etá, puesto que del piso de arriba vienen mucho menos ruidos. De hecho, ayer dormí 7 horas, intercaladas por un despertar que se extendió en el insomnio de 2 y media a las 3. Mamá hará como una semana que está sin su zolpidem, o posiblemente toma menos. Ella siempre me dice que no tiene más, aunque si se trata de aquella adicción recetada yo siempr

Tiene conductas de un fumador que no quiere que lo vean fumando

DIARIO DE ZOLPIDEM: LA CASA EN DONDE SE SALVÓ MAMI Epifanía, 6.15am_Las hojas secas de Pifarré contrastan pictóricamente con la estación invernal. Aunque no le han crecido nuevos entrenudos, recién nacido pareciera haber pegado otro estirón. Mamá sigue dormida y la caldera se enciende cuando los vecinos de arriba se lavan las manos. En los meses fríos aún es pronto para el galicinio. La serenidad y la niebla se funden en una homogenización pantanosa, tornando la atmósfera de Salamanca en un caldo de cultivo amarillento que incubará las venideras idiosincracias promiscuas y desopilantes. El barrio de San Bernardo es previsiblemente pacífico estos momentos. La mayoría de los salmantinos descansa a estas horas intempestivas, programadas providencialmente para la gustosa labor de la escritura manuscrita. Como dice mamá, “entre gallos y mediasnoches”, el pasado siempre al acecho a ver con qué nos puede venir a atormentar. Todo es importante, pero las cosas urgentes de recordar son el let

¡Mañana por ahí me van a venir a buscar!

DIARIO DE ZOLPIDEM: LA CASA EN DONDE SE SALVÓ MAMI Martes 31 de diciembre, 20hs_Como los dedos de las manos que se entrelazan, las fuerzas del bien y el mal se entrecruzaron este mediodía. Un hombre a quien no le simpatizamos nos agrede verbalmente, y cuando le contestamos nos agrede físicamente. Lo más irónico es que cuando uno trata de defenderse, el entorno hace ¡Eh! ¡¿Qué haces?! ¡Le has pegado a una persona mayor! Entonces gente del montón también nos coacciona. ¡Qué triste año nuevo tendremos hoy! Intentando disimular la pena para que mamá no se acongoje o tratando de comprender, vaya a saber qué tipo de recuerdos estaba tratando de sepultar el viejo, para guardarlos bajo el insulto proferido al extranjero. Y vaya a saber qué pasará si me cruzo con esas personas de nuevo. Ya escribí la demanda civil, el jueves quizá la presente. Ayer también pasó algo relacionado con el delito: las plantas no tienen el colorido habitual. La alagría deñ año nuevo fue menguada. Me persigue la p

Cuando volvimos a casa se quedó frita, pasé dos o tres veces pero en dos horas no cambiaba de posición

  DIARIO DE ZOLPIDEM: LA CASA EN DONDE SE SALVÓ MAMI 24 de diciembre, 11.30 pm_Mamá siempre nos decía: ¡Él divide! ¡Él divide! Pero yo no quería creerle. Cada vez que me habló mal de papá yo pensaba que su dolor hablaba por ella al ver que papá ya no estaba aquí. Anoche mamá hizo el efuerzo y no tomó zolpidem. Se durmió a las 4 de la mañana. Son las 11 y recién se despierta, fresca como una lechuga. Sin zolpidem se levanta lista para hacer cosas. Antes de salir de la cama me dice “¿Para hoy qué hay que comprar?”, y continúa la conversación como si siempre hubiera estado bien. Creo que su adicción al zolpidem se debía a que nadie creyó finalmente en ella. El análisis de los maltratos se frenaba en el intelecto de los demás debido a la caridad engañosa de los cientos y cientos de retóricas victimistas que papá nos sembró en el inconsciente a fuerza de repetirlas tanto. Mamá vivía como envuelta en una especie de síndrome de Casandra, y para continuar adelante aliviaba su sentimiento de

Y siempre que volví a casa me sentí envuelto en un aura protectora

DIARIO DE ZOLPIDEM: LA CASA EN DONDE SE SALVÓ MAMI Martes 5.30am_¡Por fin un poco de silencio! Le debo a Juanma la saludable revelación del azúcar moreno, que es una teoría más sana que la ortodoxa. Ahora beber un café caliente es un ritual que no quebranta ninguna de mis reglas alimentarias. Ahora lo tomo sin sentir el peligro de una diabetis y no como antes, que lo bebía pensando en cuántas células cacerígenas alimentaba el azúcar blanco. Aunque también pienso a veces si no será reversible el daño que le infringí a mi organismo en estos 40 años. En un aspecto más romántico, el predilecto Pifarré me acompaña desde que me senté a escribir. Lo mismo albur y Recién nacido. Miércoles 18, 9.10am_Diario de Zolpidem_Después de dos meses de abstinencia, hoy mamá irá hasta lo de Emiliano a buscarse su zolpidem. Resulte como resulte esta recaída, estos han sido los meses más felices de mi vida, llegando al nivel de los años vividos junto a Cecilia. Disfruté cada día vivido con mamá. No hubo
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Jueves 8 de diciembre 8am_Estaba ilusionado porque Andrea no volvió ayer, el domingo mejor dicho, pero me había olvidado que el puente termina hoy. Así que por la tardecita-noche los micros de Madrid traerán de nuevo su gritería. La caldera en acción es un indicio intocable de que alguien está por arriba utilizando el baño, quizás sea ella que ha regresado ya, pues la cama de arriba jodió de noche. Mamá continúa sin zolpidem. A lo mejor papá se fue de casa para que ella no tenga más la injusta necesidad de emborracharse con esa droga con tal de no aguantar sus tinglados psíquicos. Después de 40 años de casada, la mente de mami será como el tren fantasma. De a poco se va arreglando: ayer nos miramos toda la película de Bárcenas, y comentaba las declaraciones de Luis con un ¡Ay qué hijo de puta! Miércoles 7.15am_Enfrente mío está pifarré con su silueta verde y fibrosa, diríamos que empapado a causa de la lluvia reciente. Un canto rodado, típico de las tosqueras, le acompaña desde siempr

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Viernes 10.45am_Parece que la sequedad de recién nacido no avanzó más. Las abominaciones de arriba no pararon de joder desde las 7am, no permiten que uno sencibilice sus células, ya que los repetitivos golpes de puertas y armarios devuelven el estado de la consciencia a su nivel anterior. Sin embargo la presencia de Pifarré exhorta mímicamente a mi alma para que redacte acerca de la lluvia que se inauguró en su frágil y pintorezca existencia. A lo mejor el fin de semana traiga consigo la tranquilidad de una visita a Madrid de Andrea, y eso acalle un poco las ruidos de las vecinas de arriba. Ahora se han empecinado en caminar con tacones. Cuando las chicas se van la casa embellece, el café sabe más consistente o las flores de la petuña se convierten en arrugados terciopelos color malva. Después que se va, me quedo un rato largo lamentando las horas que se desperdiciaron mientras toleraba el incivismo de mis jóvenes vecinas. Radio Clásica me acompaña con un hermoso violín desde que me

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Lunes 25, 7am_Ayer Andrea regresó de su viaje a Madrid, paseo habitual en ella para los puentes a los 3 días francos del mes. Según la oí es para ver a su madre. Las gentes siempre tenemos madre. Su parlanchinería se va escuchando en aumento cuando viene del living hacia la habitación pequeña. Pero no me molesta tanto en virtud del acostumbramiento forzoso a su imparable personalidad psicótica. Contaminando de positivismo a las buenas noticias de Candelario, mamá continúa sin zolpidem. Esto disminuye cualquier dolor ajeno al tema farmacológico, sobre todo el dolor por haber discutido con Sonia, justo con todo lo que la necesito. En cuanto a las obligaciones que requieren de más concentración, no creo que la compu aguante muchos días más sin romperse. Preocupación grandísima al analizar el entrelíneas de triquiñuelas que abarca el sistema médico-fármaceútico de mi ancha Castilla. San Martín decía que la soberbia es una pequeña dosis de poder que se le otorga a quien no tiene la prepa

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Miércoles 20 de noviembre, 8.10 am_Diario de zolpidem. Hoy me espera un día ruidoso, aunque repleto de pasos finales que me aproximarán a la conclusión de mis proyectos. Sin embargo, ahora desearía escribir acerca del día de ayer. Deben de haber pasado ya 20 fechas desde que mamá se decidió a no tomar más zolpidem. La observo y no me lo puedo creer. Solamente me quedan buenos recuerdos de ella cuando me voy a dormir. Desde que me despierto está activa. Ayer al levantarme fui a verla pensando que aún iba a estar dormida. Pero me produjo una inmensa alegría ver que ya estaba con la luz encendida, recostada y sosteniendo aún en sus manos una revista de la farándula, distendida y concentrada en su lectura amarillista. El amor que me trasmite su buena salud consigue que vea la vida a través del cristal del encanto. Incluso la tranquilidad que hay en casa mejora espontáneamente la calidad de mi caligrafia media turuleca. La presión del boli es más firme, también lo es la intencionalidad

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  Jueves 6.50am_En el corazón de cada hombre existe un deseo de tiranía difícilmente abatible. Únicamente se domina exponiendo claramente ante él unos hondos principios humanitarios. No albergo grandes expectativas para hoy. Sería algo fabuloso que los jornaleros minutos me sorprendan con atentados de buena fortuna. Ayer mamá estuvo 10 puntos. A pesar de que toma Zolpidem ella razona, ríe, comenta. Parece que cuando el pensamiento roza los fondos de la amargura, después las anotaciones sólo siguen cosas más optimista para escribir. ¡No lo puedo creer! Andrea se ha olvidado el móvil en vibración, seguramente lo ha dejado bajo la cama. El zumbido es así de claro. En el n.4 me rechazaron las pruebas que presenté por segunda ocasión. Interpondré apelación si es que el juez ve mala fe. Me lo comentó esquivamente la abogada de turno. Pero en contra de ellos quiero llegar hasta el fin. Aunque fueron malas noticias no me siento tan tan mal. Será la noche de buen sueño. ¡Ahí está otra vez

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  Parece la Casa de las Conchas vista de afuera Lunes 7.37am_En 20 minutos más la despertaré a mami, tiene que ir al médico para que le recete el puto zolpidem. Va a acompañarla papá, ayer fui al negocio y ahí estaban juntos los dos. Me hizo mucha ilusión verlos así. Quizá aún haya alguna esperanza de que no le receten la puta medicación esa. A estas horas no queda otra que ponerse los cascos con meldías de Radio Clásica, así no escucho el despiole que orquesta Andrea. Igual calculo que enseguidita se irá. Los ruidos de Andra y Tiny suplantaron al amor de los temas de mi escritura. Quizá antes de irse tienda la cama, por eso el agatillado alboroto que caen del techo y agreden la interrumpida intimidad del cuarto. Tampoco falta el hiriente estruendo de la puerta cuando se marcha. Haciendo un forzoso rancho aparte, me puedo centrar en la recitación del locutor castellano que lee un poema de Álvaro de Campos, contemporáneo del creativo Pessoa: Me gustaría que me gustara gusta